¿Cuándo termina el juego y empieza la ludopatía?
- Joven Ludópata
- 29 may 2019
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 2 jun 2019
El juego de azar y las apuestas son un fenómeno cada día más presente en nuestra sociedad. Según la Dirección General de Juego de España, a finales de 2018 existían 1.465.129 jugadores en activo, un 5% más que durante el mismo período un año antes. Todos los números van creciendo de manera sistemática y sin control, por ejemplo, en marketing, donde las empresas desembolsaron en sus campañas de 2018 hasta 328 millones de euros, una cifra un 32% superior al año previo.
La Constitución española no pone ninguna frontera a la publicidad o al número de casas de apuestas, lo hacen las Comunidades Autónomas. Cada una busca una cifra concreta entre el beneficio económico y el social, así pues, en Cataluña, la regulación permite hasta 127 locales, mientras que en Andalucía no se establece un límite y actualmente hay 743 salones.
Aquello que sí prohíbe tajantemente la Constitución es la participación de menores de edad en este tipo de actividades, sin embargo, la Asociación para la prevención y la ayuda al ludópata (APAL), alerta de que el 36% de los adictos al juego se enganchan siendo menores. Este dato es significativo, pues nos señala la dejadez de las instituciones públicas frente a un conflicto en aumento.
Este olvido se suma a que la responsabilidad individual de cada uno se va desdibujando a medida que las ganas de jugar se vuelven incontrolables: las luces, la adrenalina y los sonidos se tornan adictivos y solo entonces es prácticamente imposible parar de apostar. Esta es la realidad de, según la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (FAJER), 400.000 españoles.
El proceso, sin embargo, no es tan sencillo. El simple hecho de jugar no conlleva padecer una enfermedad, existe un grado de sensatez personal que debe llevarse por bandera. Existe un abismo entre el juego por diversión, con autocontrol y las personas que ven su propia disciplina totalmente rota.
“La pérdida de control es lo que diferencia a un ludópata de un jugador”
“La pérdida de control es lo que diferencia a un ludópata de un jugador”. Para Juan José Santamaría, que es psicólogo general sanitario y encargado de la investigación de AIS, esa es la línea roja que separa el ocio de la enfermedad.
AIS, o Atención e Investigación de Socioadicciones, es una asociación pública de salud, que se especializa en la salud mental. Tienen un centro de investigación y de tratamiento de personas con problemas de adicciones comportamentales, es decir, adicciones en las cuales no interviene ninguna sustancia. Además, también ayudan a personas que están siendo víctimas de grupos o personas que usan la manipulación psicológica (sectas).
“El juego patológico es una de las causas de consulta más altas que tenemos hoy en día. No recuerdo el dato exacto, pero está en torno al 20% y el 30% el porcentaje de consultas que tenemos en la unidad por este tipo de adicción”. Al conocer este dato quisimos saber si las apuestas deportivas las agrupamos con los demás juegos de azar, si tienen los mismos riesgos, características y síntomas que el resto. “El trastorno, en principio, es el mismo. Lo que difiere es donde apuestan su dinero, pero a nivel de factores disponentes y mantenedores son iguales.”

Francesc Perendreu es presidente de la asociación ACENCAS (Asociación Centro Catalana de Adicciones Sociales). Él cree que la clave para empezar a hablar de ludopatía radica en el por qué se juega: “El jugador social es una persona que tiene control y que utiliza el juego simplemente como una forma de ocio como cualquier otra, es consciente que tiene límites de tiempo y dinero invertido. Escoge una cantidad de dinero máxima y cuando la pierde o la gana, se retira. Sin embargo, la persona que tiene ya la ludopatía empieza a jugar para recuperar lo que ha perdido en otras sesiones de juego. Es ahí cuando empieza el problema”.
ACENCAS es una asociación sin ánimo de lucro que opera desde 1991, con el motivo de luchar contra las adicciones sociales de todo tipo, de videojuegos a tragaperras, pasando por los casinos. Actúa en la prevención, en el tratamiento y en la legislación para luchar contra las adicciones.
Si pensamos en nuestro entorno, seguramente encontremos personas que de algún modo u otro participan en algún juego de azar. Según la última publicación anual del Mercado de Juego Online, publicado por la Dirección General de Ordenación de Juego español, hay más de 3.077.674 de jugadores activos en la red. Si a eso le sumamos la cantidad de gente que sólo juegan en sitios físicos, el resultado es que una parte considerable de la población española juega a algún juego azaroso, o al menos ha jugado alguna vez, aunque fuera por mera curiosidad.
“Muchas de las pérdidas se intentan subsanar corriendo más riesgos y jugando más, y cuando no queda dinero, suele haber grandes problemas de endeudamientos, que pueden derivar en grandes problemas económicos o incluso al delito, para conseguir más dinero”
En nuestros círculos más cercanos seguro que hemos visto alguna vez a alguien jugando, y a veces nos podemos preguntar si juegan racionalmente o si quizá han caído en la ludopatía. “Se puede detectar por las pérdidas económicas, especialmente en los jóvenes”, afirma Perendreu. “Muchas de estas pérdidas se intentan subsanar corriendo más riesgos y jugando más, y cuando no queda dinero, suele haber grandes problemas de endeudamientos, que pueden derivar en grandes problemas económicos o incluso al delito, para conseguir más dinero”.
El presidente de ACENCAS también explica que hay muchos más factores relacionados con el comportamiento: “las mentiras empiezan a aparecer en el discurso de la persona, y no sólo miente por el dinero, también engaña con los lugares dónde ha estado, qué estaba haciendo toda la tarde, tiene problemas con la comida, está más nerviosa y susceptible”. El distanciamiento con la familia y amigos también se puede percibir como un síntoma de ludopatía, “se aleja de los amigos que no tengan ese tipo de atracción por las apuestas, se encierra en sí mismo y no comparte su interior con la familia”. El abandono de estudios y otras actividades de ocio como el deporte también quedan excluidos de la agenda de un ludópata.
Desde el centro de salud mental AIS, dicen que la parte más visible es el aumento de gasto en apuestas, endeudamiento y el préstamo de dinero. “Si alguien de tu entorno empieza a sufrir porque no le prestas 20 euros, si ves que no sale de su casa ni tiene gastos externos a pesar de tener una nómina o paga, que cada vez que está con el ordenador está mirando cuotas y los partidos por disputarse, estate alerta, puede estar empezando a caer.”

Si hemos llegado tarde, si creemos que nuestro familiar o amigo es ludópata, podemos actuar. Juan José Santamaría nos explica que “la mayoría de personas, por su propio pie, pero eso significa que ha habido mucha ayuda por parte de amigos y familiares. Si no, sería imposible.” El psicólogo de AIS nos recomienda “estar atento a las señales, y si detectamos algo, observar con más detalle lo que hace y dice, y si lo vemos claro, actuar”. Actuar puede ser hablar con la persona, dialogar sobre que podría tener este problema, haberse informado para poder explicárselo bien. También está la opción de que, en los casos más extremos, donde la persona no quiera escuchar, actuar puede ser llevarlo tú a algún centro o asociación de ludópatas. “Hemos llegado incluso a ver ultimatums de pareja”, confiesa Juan José, “de que, si no se curaba, no podía seguir con ella. Realmente son situaciones que llegan al límite y no sólo dañan a la persona afectada, sino a todo su entorno. Por eso se ha de actuar, porque se juegan muchas vidas.”
AIS es una asociación pública de sanidad, a la que se puede acceder de forma gratuita siempre y cuando sea después de la derivación de un médico de cabecera. Esto quiere decir que para obtener los servicios de esta asociación sin necesidad de pago, deberá hacerse mediante el consejo y derivación de un médico. Por lo tanto, al acceder a AIS ya ha habido unos primeros pasos previos en cuanto al reconocimiento de la enfermedad y a la admisión del trastorno. Cabe destacar también que se puede acceder a AIS sin necesidad de pasar por la sanidad pública, eso sí, pagando.
“El ludópata siempre es el último en reconocer el problema”
La realidad de la gente que llega a ACENCAS es muy diferente, ya que muchas veces es el primer sitio al que acuden. No obstante,una gran parte de personas que van a tratarse a ACENCAS son traídos por la familiares o amigos cercanos ya que, como comenta Perendreu, “el ludópata siempre es el último en reconocer el problema”.
A pesar de las diferencias que tienen en cuanto a cómo llegan los pacientes, ambos centros comparten las técnicas de rehabilitación del afectado, es el caso de las técnicas cognitivo-conductuales. Ya sea a través de grupos o individualmente, se intenta modificar la conducta, para quitar los hábitos de apostar, pero también para dejar de pensar en apuestas, volver a controlar la mente.
En cuanto al éxito de la rehabilitación, estas dos organizaciones tienen similares. AIS tiene un éxito en la rehabilitación de pacientes que oscila entre el 70% y el 80%, con tratamientos que duran aproximadamente medio año. Juan José Santamaría nos explica que “es un trastorno que si la persona sigue el tratamiento y conseguimos motivarla es relativamente alto el porcentaje de recuperación.”.
ACENCAS tiene un resultado de 65% de rehabilitados, pero suelen ser situaciones más adversas, como hemos visto antes los pacientes llegaban por el ímpetu de familiares o amigos, por lo que es más difícil curar la enfermedad. Ante la negativa del sujeto, los tratamientos aquí pueden llegar a durar un año, aunque son menos intensivos que los de AIS.
El coste del tratamiento es gratuito en ambos casos, por lo que, en situaciones de este tipo, “no tienes que esperar ni un momento, si ves que alguien puede necesitar tu ayuda, o tú mismo la necesitas, hay que acudir a tu médico de cabecera y dejarte aconsejar”, sentencia Juan José Santamaría.
El presidente Perendreu ha observado que cada vez hay más jóvenes que acuden a su asociación: “nos ha bajado muchísimo la edad y tenemos gente ahora que yo no había visto nunca. Gente de 25 años no los había tenido antes la edad media era de 45-50 años y ahora la edad media la tenemos entre 25 y 35”. El psicólogo de AIS también ha notado que ha habido “un aumento muy notable de jóvenes que acuden”.
En análisis de Perendreu es el siguiente: “el juego de apuestas cada vez se mueve más en el terreno digital. El hecho de ser joven suele implicar que ya has nacido en la era digital, por lo que es más fácil que un chaval domine el medio digital que una persona mayor”. La sobreexposición de los jóvenes a anuncios de casas de apuestas también es un elemento que ambas asociaciones han encontrado importante a la hora de desarrollar tendencias de juego en los jóvenes.
Una afirmación que se escucha muchas veces es que los jóvenes tienen más tendencia a poder caer en la ludopatía. Sin embargo, Juan José Santamaría nos ha explicado que “no se ha encontrado una relación de la edad con el trastorno y el desarrollo más activo de esta”. Por lo tanto, no es que los jóvenes tengamos más tendencia a caer en la ludopatía, sino que los jóvenes estamos entrando en un mundo peligroso, que antes era solo para gente adulta.
“Como una introducción al mundo del azar, pagas dinero por abrir cajas con un sistema de recompensas calcado al de las tragaperras. Los jóvenes se están educando en la cultura de las apuestas”
Los videojuegos y los micropagos también son un tema que preocupa mucho a ACENCAS. Según ellos son “como una introducción al mundo del azar, pagas dinero por abrir cajas con un sistema de recompensas calcado al de las tragaperras. Los jóvenes se están educando en la cultura de las apuestas”. Las leyes de Bélgica o las propuestas de ley de EEUU o de la UE quieren prohibir este sistema de apuestas en los videojuegos, que solo hace que confirmar la creciente ola de problemas relacionados con el juego que existen alrededor del mundo y que afectan a la parte más joven de la sociedad.
Es cierto que la mayoría de jóvenes apuestan y viven sus primeras experiencias en la red, sin embargo, a pesar de esta norma general, no podemos dejar de lado la tendencia cada vez más normalizada de que los menores entran a los locales de apuestas. Convergen jóvenes menores de edad con personas adultas creando escenas que dan para la reflexión, el control de acceso es ínfimo y en contadas ocasiones es requerido algún documento identificativo para entrar. La laxa vigilancia por parte de los establecimientos, sumada a la indulgencia y pasividad policial, fomentan un contexto idóneo para la entrada ilegal de menores de edad.
¿Hace falta acudir a asociaciones como estas para curarse de la ludopatía? “Yo creo que no es obligatorio al 100%, pero sí que es cierto que ayudamos mucho para saber qué caminos elegir, cómo no bloquearse y dejar de lado la recuperación. Sin duda somos muy útiles, y creo que hacemos una tarea que ayuda mucho a la gente que lo está pasando mal. Eso sí, sin la sociedad, estamos perdidos. Si los amigos no se fijan en los síntomas o no quieren fijarse, dado que muchas veces son cosas que no son agradables de decir, o la familia no entiende y ayuda al afectado, y sobre todo, si las instituciones y gobiernos no cambian... seguiremos igual” afirma el psicólogo Juan José Santamaría.

Desde ACENCAS apuntan aún más a las instituciones: “no hacen nada para luchar contra la ludopatía porque siguen apostando por el juego. La administración es el principal empresario del juego en este país, ellos venden lotería y hacen anuncios de juego, ellos venden juego. Lo venden, lo regulan y lo sancionan. Pero, ¿quién los sanciona a ellos?”.
¿Y cómo evitar caer en la ludopatía? Claro que es importante diagnosticar el trastorno pero para Juan José Santamaría (AIS), lo más importante es “siempre tener control de tu dinero. Si apuestas con amigos, aunque ellos apuesten más de lo que tenían pensado, tú debes limitarte a lo que habías establecido al principio. No lleves demasiado dinero si vas a un local y ten cuidado con tu tarjeta de crédito. Un consejo muy bueno que doy siempre es ir mirando tu cuenta corriente, así verás que si juegas vas perdiendo dinero. Mucha gente que cae en la ludopatía evita mirar su cuenta del banco, y rompe los sobres que le llegan a casa acerca del estado de su cuenta”.
Según Francesc Perendreu, de Acencas, el principal consejo que pueden dar es que “cuando uno juegue lo haga por ocio y no para resolver problemas, no para ganar dinero exclusivamente. El juego es azar y se gana o se pierde, pero si tú necesitas ganar, acabarás perdiendo obligatoriamente”.
Pero a veces ocio y necesidad van de la mano. A algunas personas que apuestan por ocio acaban encontrando una necesidad, y otras que apuestan por necesidad ven también el juego como ocio. Existen grandes problemas entorno al mundo del juego y de las apuestas. Como hemos comentado anteriormente, uno de ellos es la publicidad, poco regulada y hasta promocionada por el Estado. Otro, comentado también con anterioridad, la fácil accesibilidad al juego que tienen los jóvenes del país. Lo que era un problema que sólo tenían los adultos, ahora encuentra a jóvenes cada vez más involucrados y afectados. Y por consiguiente, cada vez afecta a más personas y a más familias.
Y la ludopatía suele llevar consigo otros problemas añadidos, como el hecho de mentir. El ludópata puede acabar convirtiéndose en un mentiroso compulsivo, engañando a las personas más cercanas a él para evitar sus juicios. También le pueden acarrear otro tipo de problemas, como los nervios, la incertidumbre, o la susceptibilidad.
A todo esto, nos quedamos con la cita pronunciada por el psicólogo Juan José Santamaría, que dice que “la pérdida de control es lo que diferencia a un ludópata de un jugador”. No controlar los impulsos, el dinero y las ganas genera una situación de inestabilidad para el sujeto, en la que no tiene salida para dejar de apostar dentro de sí mismo. Ni evitando salir a la calle o evitar llevar dinero encima le priva de apostar, puesto que con el juego online cualquier persona puede apostar donde sea y cuando sea. En este caso, el avance de las nuevas tecnologías ha sido ampliamente perjudicial, ya que hay muchas más formas para apostar y para seguir enganchado al juego.
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